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lunes, 12 de noviembre de 2012

Despenalización del consumo de drogas




Observaciones  sobre el debate de la despenalización del consumo de drogas, en el contexto de la  sociedad actual.

 Esta no seria la primera vez que desde este medio queremos arrimar a nuestro publico y a la sociedad riojana en general,  una mirada que quizás se corre un poco del “sentido común”, el tema es; el recurrente  problema de la droga, o de las infracciones a la ley 33.737 del Código Penal Argentino, es decir la ley que establece como delito, la tenencia y el trafico de sustancias ilegales. Esta Ley que hoy por hoy da claras muestras de estar alejada de un fenómeno ya instalado en la sociedad, que atraviesa a todos los sectores y estratos, desde los mas vulnerables a los más privilegiados, y que sin embargo su tratamiento  sigue pendiente. Esto viene ocasionando daños colaterales que ya no caben  bajo la alfombra. Es decir la ley esta  más cerca de ser parte del problema que parte de la solución.   Ahora bien para analizar este fenómeno es necesario ver un poco  mas allá de las consecuencias sanitarias y de seguridad con las que comúnmente  se la asocian, y propiciarle un análisis  critico.

               
Es sabido que el consumo de canabis es de origen milenario, pero para nuestra sociedad, y a pesar de ser un fenómeno extendido, no ha dejado de ser un tema tabú.  Esto no ha favorecido las condiciones para  un debate serio, su tratamiento más bien sigue por el camino del sentido común, del cual es muy difícil salir para  abrirse mas allá del tabú que  se ha naturalizado, a causa de la prohibición de esta sustancia. Pero también es cierto que este sentido común ya no es el mismo de hace treinta años, y se  ha hecho evidente que por el camino de la prohibición  no se llega a ningún lado, o a lo sumo solo se ha logrado  criminalizar a las victimas o a los usuarios, con más perjuicios que ventajas. Esto para muchos; además de   una injusticia, es  una distorsión  en la justicia, que insume los recursos del estado sin arribar a  mayores soluciones.  



Desde hace unos años el oficialismo nacional viene dando claras señales y haciendo sus intentos  para que esta ley sea debatida y modificada en la legislatura, principalmente en lo que  refiere a la penalización de la tenencia para consumo de mariguana, una infracción que estaría entre las mas recurrentes  del código penal argentino.
Cabe aclarar que es muy distinto es el tratamiento que se propone para las drogas duras, o para el  caso del paco, que mas que droga esta cerca de ser un veneno, el cual  viene haciendo mucho daño  y desde hace tiempo, principalmente en el conurbano bonaerense, donde la desigualdad y marginalidad es mas evidente.

Ante este fenómeno de desigualdad que debería preocuparnos a todos, no es extraño advertir, que el   enfoque critico  es omitido en los medios masivos. Más bien estos, se  encargan de desviar el debate  de fondo. Hoy los medios de comunicación, pasan revista de  estos casos pero solo como objetos de morbo policial. Esta claro que el roll de los medios masivos, nunca fue el de  generar debates constructivos, y esto es  una carencia muy grande para  una sociedad, que necesita curarse a si misma entendiendo lo que le sucede.
Lo que no pudo ser

El proyecto para despenalizar el consumo de canabis, tubo como principal impulsor oficialista  al por entonces ministro de justicia  y actual  diputado nacional Aníbal Fernández. Actualmente existen al menos   proyectos en estado parlamentario, uno de ellos presentado por la diputada del F.A.P Victoria Donda, el cual ha obtenido bastante consenso por parte de las organizaciones que bregan por la despenalización, así como organizaciones de derechos civiles y humanos.

La  iniciativa contó con muchas voces de la escena política nacional  a favor, incluso es sabido que  la Corte Suprema  de Justicia, ya cuenta con un fallo que da pie a sobreseimientos para los casos de tenencia simple o para consumo.  Incluso el Dr Eugenio Safaroni, actual miembro de la Corte Suprema de Justicia, es una de las más reconocidas voces a favor de la despenalización. Sin embargo estos proyectos  siguen empantanados en el ámbito legislativo.

De las voces en contra, una de las primeras en levantarse fue de la de la iglesia, con su consabida posición conservadora y prohibicionista. En la misma línea lo hicieron la asociación antidrogas y los dueños de las comunidades terapéuticas, cuyos referentes suelen estar bastante emparentados, por el interés común en la penalización de la tenencia. Una razón  para esto podría ser que están en juego las internaciones que se  hacen de manera compulsiva, a personas adictas o infractoras de esta ley. Esta es una medida que actualmente un juez puede tomar en el marco de la misma.  Muchos jóvenes son internados   por la fuerza en estos albergues, los cuales no gozan de de buena fama y que han demostrado ser inútiles para la mayoría de los casos. Estas voces en contra de la despenalización son la de los mismos sectores que  tampoco estuvieron de acuerdo  con la nueva Ley de Salud Mental, avalada por los foros mas especializados. Son voces atravesadas por sectores que ven afectados sus intereses, y tienen su peso, y consiguen el favor de los medios  para salir al cruce de estas iniciativas propuestas desde los sectores más progresistas.



Aun así, en su momento lo que  realmente fue decisivo en la compulsa de  fuerzas necesarias para que esta iniciativa pudiera concretarse, fue no contar con el visto bueno de unos cuantos gobernadores  que forman parte del  oficialismo, entre los cuales esta el Gobernador Beder Herrera, quien habría deslizado en una rueda de prensa,  refiriéndose al tema, como uno de los pocos  que lo separan del kirchnerismo. Paradójicamente el gobernador socialista, Hermes Biner, de Santa fe, si esta de acuerdo con la despenalización de la tenencia simple. De igual manera, a los influjos progresistas del oficialismo nacional les cuesta llegar al interior.
  
Lucha contra el narcotráfico o estado represivo?

En el caso puntual de La Rioja las infracciones de tenencia para consumo, son tratadas con gran espectacularidad por los medios de prensa. Lo mismo da si son dos pibes en una plaza, un allanamiento en el que secuestran 50 gramos, o un porro que encuentra el perro de gendarmería en la ruta. Estos casos no son tratados por ningún especialista ni se hace ningún análisis, estas causas son sin mas, objeto del amarillismo mediático  y  discriminación. Son muy pocos los narcos que caen presos, mas bien la mayoría son tenencia simple o venta al menudeo de pequeños distribuidores. En este contexto lo únicos que obtienen ventajas son los narcos más peligrosos, aquellos que en connivencia con la policía, la justicia y la política, obtienen impunidad para ingresar con las cantidades más grandes  y traficar con las drogas más peligrosas.

La cuestión represiva no queda a fuera de  todo esto, no son pocos los jóvenes, usuarios o no,  que opinan que en La Rioja se vive  en un estado policíaco, y que la prohibición que gana las calles estaría funcionando como un factor de presión social o clima de casería de brujas, ante el cual no se tiene palabra ni derecho. Esto  genera mas tensión y resentimiento. Los jóvenes más pobres, o aquellos que no tienen coronita y que consumen, se saben sin derechos y eso no es bueno de ninguna forma que se lo vea.  En este contexto no es alocado pensar la prohibición como una cuestión represiva. Se sabe que el uso de la mariguana aunque no es tan masivo como el uso del alcohol,  atraviesa casi todos los actores de nuestra sociedad. Entonces la idea de la prohibición como herramienta del poder   no es para nada descabellada,  guardar bajo la sabana del fantasma  el código penal, para desacreditar,  o allanar a cualquier individuo,  o a aquellos  que les jueguen en contra a sus intereses, bajo la figura penal de la tenencia simple. Este es un margen posible  que  viola  las más básicas garantías civiles.

No es sencillo para nuestra sociedad  debatir este problema y ubicarlo en el complejo   contexto de descomposición social, de consumo y desigualdad en el que vivimos,    todo conspira para que esto no suceda.
Lo que no podemos hacer  es seguir empeorando las cosas,  mirando para otro lado, creyendo que esto es algo que solo les sucede a los otros. Debemos conmovernos, e  informarnos, escuchar con sigilo, y reservarnos el derecho de dudar de todo lo que se ofrece  como verdad absoluta.