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miércoles, 2 de marzo de 2016

Reforma del Estatuto de la UNLaR: Estudiantes y graduados independientes, junto a organizaciones políticas, realizan propuesta alternativa a la del oficialismo


En el año 2013, luego de 21 días de toma de la Universidad Nacional de La Rioja y de movilizaciones de más de 40.000 riojanos acompañando la lucha, se logra destituir de su cargo al ex Rector Enrique Tello Roldan, quien gobernaba la Universidad desde hace más de dos décadas consecutivas.
El Estatuto de la Universidad era para Tello Roldan uno de los instrumentos –junto a la manipulación de concursos y contratos laborales, y persecución a opositores-  que utilizaba para reelegirse de forma indefinida y perpetuarse en el poder, y así llevar adelante su dictadura en la UNLAR.

Finalizada la toma se inició un proceso de reforma del Estatuto, donde comisiones de trabajo, conformadas a partir de la Asamblea Soberana, se encargaron de debatir y elaborar propuestas entre los cuatro estamentos que conforman la Universidad. Esos informes que fueron votados por toda la comunidad universitaria quedaron en el tintero y en los ideales de muchos que reconocían el Acta Acuerdo como una guía para la transformación de la Universidad. En la actualidad, una comisión institucional creada por el Consejo Superior trabaja de forma cerrada y aislada de la comunidad universitaria y la sociedad riojana, elaborando el nuevo Estatuto.
El día 29 de febrero de 2016, fue la fecha límite para presentar proyectos de modificación para el articulado que refiere a la Estructura y Gobierno de la Universidad, situación que convocó a quienes aún mantenemos banderas que son innegociables. Luego de horas de trabajo hemos conseguido presentar una propuesta que busca reivindicar la lucha de la Asamblea Soberana, el trabajo de las Comisiones creadas por ella, el acompañamiento del pueblo riojano, y a los y las estudiantes que vienen luchando en diferentes latitudes del país desde hace años. Tenemos la convicción de que existen engranajes claves de la ingeniería institucional de la UNLAR que deben ser modificadas si realmente queremos democratizar la Universidad.
En nuestro proyecto proponemos que el voto a partir de la reforma del estatuto comience a valer lo mismo para todos los ciudadanos universitarios, sin distinción del estamento al que pertenezcan. No es nada complicado, es idéntico a como votamos en elecciones generales, donde la Constitución Nacional reconoce el sufragio universal. Además de que la Ley de Educación Superior no prohíbe que el voto valga lo mismo para todos, dejando a la autonomía de las Universidades la elaboración del Régimen Electoral.
Existen una serie de mitos respecto al “voto igualitario” o “voto no ponderado”, que significaría “una persona un voto”, que son necesario deconstruir y dejar en claro, que si bien la mayoría de los electores serían estudiantes, no implicaría que los estudiantes serían quienes gobiernen. Pues la Ley de Educación Superior exige que quienes ejerzan el cargo de Rector, Decanos y el 50% de los órganos colegiados, sean docentes.
El voto solo garantizaría una real ciudadanía, sin desigualdades en derechos políticos.
Por otra parte, y como deuda con la sociedad y las organizaciones que la componen, proponemos la conformación de un Consejo Social, el cual materialice de forma concreta un vínculo más estrecho y real con la comunidad, abriendo las puertas de la Universidad al pueblo.
También incorporamos la Asamblea General de Estudiantes, otra deuda del proceso de transformación en la Universidad. Mencionada Asamblea estaría compuesta por estudiantes de todas las carreras, buscando ser un espacio de contralor entre otras funciones.
En otros apartados agregamos que los Directores, Coordinadores y Consejos Consultivos de cada carrera serán conformados mediante elección directa y con la participación de Estudiantes, Docentes y Graduados, buscando incluir todas las voces, experiencias y demandas en la gestión y transformación diaria. Consideramos que deben ser reconocidos quienes desarrollen tareas de investigación y extensión universitaria, pues la formación también se da en esos ámbitos y tareas.
Proponemos que quienes conformen el Concejo de Investigación Científica y Tecnológica sean designados luego de someterse a un proceso selectivo, mediante presentación de antecedentes en investigación y carrera docente. Es fundamental revalorizar la formación y dedicación, para terminar con el intercambio de cargos por favores.
Además, creemos importante descentralizar el poder del rectorado en todos los ámbitos de la universidad. Uno de ellos es el o los colegios pre-universitarios que actualmente se desarrollan bajo el ala del vicerrector de la universidad. Proponemos en consecuencia refuncionalizar el Concejo de Enseñanza Pre-universitaria (CEPU), órgano que gobierna/administra el o los colegios pre-universitarios. Al concejo lo presidiría el Director del establecimiento (ya no el vicerrector como es actualmente) que será elegido de manera directa e igualitaria por los miembros del establecimiento. Lo integraran representantes de los estamentos que formen parte del establecimiento, con mayoría estudiantil y elegida democráticamente por sus pares.
Estas son las más relevantes de nuestras propuestas, las cuales difundimos porque creemos que toda la comunidad debe conocer lo que acontece dentro de los muro de la UNLAR, no sólo porque acompañó nuestra lucha en el año 2013, sino porque cada sueldo que se paga, cada beca que se otorga y espacio físico donde se realizan diferentes actividades en la Universidad, están financiados por los bolsillos de los y las trabajadores/as de todo el país. Incluso algunos que aún tienen sus hijos e hijas fuera de la Universidad. Hoy vamos por la democratización del Estatuto, mañana necesitamos el acompañamiento de todos para poder democratizar la Universidad en todos los aspectos.
Invitamos a todos los interesados a conocer todas las propuestas de reforma y a asistir a la reunión de la Comisión de Trabajo, la cual se reúne en el CENIIT (al lado del Hospital de Clínicas) el día lunes 7 de Marzo a las 16 hs.

“Los dolores que nos quedan, son las libertades que nos faltan”