El crimen de Romina Ríos nos dejo nuevamente a todos en un lugar de
impotencia, de tristeza y de sed de justicia. La manera de proceder de la institución
policial en estos casos es cada vez más irregular y más injusta.
Romina, venía desde Patquía a la Capital Riojana para estudiar, desapareció
el jueves 12 en la tarde y desde entonces conmocionó a toda la comunidad. Al
momento de hacer la denuncia, su madre fue víctima de distintas irregularidades
por parte de la institución policial. Ya encontrado el cuerpo, en busca del
asesino, se llego a este joven Pedro Miguel
Ortiz, quien casualmente había comenzado a prestar servicio a la fuerza hacía unas pocas semanas, y contenía un arma
hacía cinco días, elemento con el que luego asesinó a Romina.
Los casos de femicidos aumentan, en nuestra provincia ya son 12 mujeres
las víctimas en lo que va del año. En todos ellos, las irregularidades de la policía
son puntos clave e incluso a veces son ellos mismos los protagonistas de los crímenes.
En profundización del crimen de Romina en ‘Noticias con Mate’,
entrevistamos a Mary (escucha el audio), la madre de Romina
quien a pesar de su tristeza, mostró su indignación y un mensaje claro exigiendo
justicia por su hija. Aclaró también, que el asesino no era primo hermano de la
joven, algo que erróneamente muchos medios difundieron.
- “Nunca imagine que podría haber sido alguien del pueblo” expreso la
mujer, confundida porque creía que el autor debía haber sido alguien ‘de afuera’.
La misma sensación tuvo todo el pueblo de Patquía, acostumbrados a que sus jóvenes,
sin tener otra salida laboral, decidan trasladarse a la capital para ingresar a
la fuerza policial.
Nuestra compañera de Patquía Nicky Contreras (Audio), quien participo en todo
momento con la familia de Romina, dijo: “Se empezaron a replantear la formación
de los policías, el entrenamiento que reciben, el famoso test psicológico que
no funciona y que en menos de un año les entregan un arma, cuando no están
capacitados para portarla.”
Además nos detalló como fue todo el proceso desde la denuncia hasta
ahora que se encontró el asesino: “Cuando llegaron al sector de trata anotaron
el nombre de la madre y de la hija en un cuaderno, no tenían recursos para
alguien que había desaparecido. No sabíamos nada de ella. Cuando la
encontraron, solo le mostraron las prendas y esa fue la única forma de reconocerla.
La policía estuvo en todo momento (por inoperancia) y fueron quienes no
quisieron tomar la denuncia en principio.”
Finalmente Nicky nos compartió su reflexión sobre el tema: “Que esto no
quede en el olvido, la comunidad tiene muy claro que el accionar de la policía fue
turbio, hay que reclamar mejores protocólos de seguridad, de búsqueda de
personas. Conocemos que la institución se mueve por otros intereses, el problema
no está en un policía o dos, el problema está en la institución, y es ella
quien debe hacerse cargo porque todo el proceso pasa por ellos, los policías.”
Así Romina, otra víctima más de femicidio, despertó en la gente esa incertidumbre y esa necesidad de
luchar y exigir el cambio que se precisa con urgencia. Que la sociedad no se
conforme con esa visión de la policía, de la violencia de género, ese discurso
que siempre pone el foco en la victima y en lo que ella hizo o como iba
vestida, encubriéndose detrás de la caratula de “crimen pasional”. Que Romina
no sea una más.