NOTA CON AUDIO: El viernes 21 del corrienete el Departamento Chamical celebró sus 60 años. En el espacio dedicado a las "Voces del interior" Rubén Díaz nos cuenta la historia de la tercera ciudad, en términos poblacionales y económicos, de la Provincia de La Rioja. Gastos desmedidos, falta de participación de organizaciones vecinales y otros detalles sobre una "fiesta" más procelitista que popular.
El departamento se denominó oficialmente "Departamento Gobernador Gordillo", a partir de una Ley provincial, promulgada el 30 de septiembre de 1920. Mantuvo esa denominación hasta el 24 de noviembre de 1987, fecha a partir de la cual se lo conoce con el de "Chamical".
Según su hisotira, surge a principios del Siglo IXX. La primera Acta de bautismo data de 1843. El gran auge fue la llegada del Ferrocarril, con él la llegada de inmigrantes de Libaneses y Sirios y el desarrollo de industrias maderera, por ejemplo.
En los ’90 se cierra el Ferrocarril, se abandona la Base Aérea, el pequeño Parque Industrial comienza a desaparecer, y así comienza la decadencia del Departamento.
"Se nota en la comunidad desgano y poca participación en pestas fiestas en la que se gastaron cientos de miles de pesos para traer conjuntos musicales y causa indignación cuando uno ve la situación por lo que atraviesa la salud, la falta obras hídricas2, asegura Díaz.
Fiesta de El Saltito
A contrapelo de éstas fiestas más procelitistas que populares, Díaz hace referencia a "La fiesta de El Saltito". Hace 15 años un grupo de vecinos de la zona rural denominada Los Bordos recuperaron una fiesta patronal que tiene más de 100 años y que era celebrada por sus antepasados. "Recuperaron los ranchos de sus abuelos y allí celebran las fiestas patronales de Santa Rosa de Lima. Hoy son más de 500 personas que suben a la montaña para celebrarla. Todo se hace en solidaridad. Se hace una pequeña celebración religiosa, hay músicos populares", comenta Díaz y agrega que "ésto demuestra que cuando la gente quiere y se organiza, se hacen grandes cosas".
AUDIO: Rubén Díaz, corresponsal popular